Alquimia Enfermera
Para los que saben que la transformación del mundo comienza
con su propia transformación
«Dar ejemplo no es la principal forma de influir en los demás, es la única»
ALBERT EINSTEIN
¿Qué resultados eres capaz de hacer que logren tus pacientes?
A menudo estamos enfocados en brindar buenos cuidados, en actualizarlos con el mejor resultado de la investigación y no en los resultados que necesita alcanzar el paciente.
¿Eres de los que ponen el foco de atención en los cuidados que brindas o en los resultados que ellos obtienen?
¡Por supuesto que te interesan tus pacientes y sus logros!
Pero la mayoría de los enfermeros siguen poniendo su foco de atención en lo que hacen, en hacerlo bien, y no en las razones profundas por las que sus clientes, no son capaces de modificar sus conductas insanas.
¿Cuántos de tus pacientes crónicos logran eliminar sus conductas de riesgo después de recibir tus cuidados?
Seamos realistas
La experiencia ha demostrado que muchos de los pacientes crónicos presentan insistentemente dificultades para alimentarse y hacer ejercicio, a pesar de conocer perfectamente las directrices que les dan sus sanitarios.
¿Qué sucedería si acudiésemos a un coach de salud o a un médico pagando 70 o 100 euros por sesión y el resultado obtenido fuese una dieta y una tabla de ejercicios, consejos y recomendaciones que no te sientes capaz de mantener después de la primera semana? ¡Que no volverías!
¡Porque el desafío actual no es acceder al conocimiento sino al modo de transformarlo en los resultados que necesitas!
¿Tú también etiquetas a tus pacientes?
¿Crees acaso que todas esas personas que fuman, comen en exceso y no hacen apenas ejercicio, son personas faltas de voluntad o pacientes poco colaboradores?
Deja de molestar a tus pacientes diciéndoles que dejen de hacer ésto o aquéllo y comienza a preocuparte por saber para qué les está siendo útil hacerlo. A partir de ahí podrás comenzar a ayudarles.
El autocuidado no solo está hecho de consultas saludables
Si no comprendes que esas conductas no son más que la fase final del complejo proceso de autocuidado y, que son respuestas automáticas que emergen de una programación mental codificada en clave de protección, no tienes ninguna oportunidad de cuidar de ti eficientemente, ni de enseñar a otros cómo cuidarse.
El desafío del cuidado es dejar de «hacer» para comenzar a «ser» una persona saludable.
¿Eres esa clase de personas que puede transformar a otros?
No podrás convencer a tus pacientes con palabras de que tus cuidados los llevarán a tener vidas más saludables, si no eres la prueba fehaciente de que el cuidado es capaz de transformar sus vidas a mejor.
Necesitas transitar un camino de cuidado personal, una hoja de ruta hacia un autocuidado mucho más transformador, empoderador, creador de salud, consciente, cocreado con tu yo más espiritual y avalado por tu yo más racional. Sentido y profundo. Capaz de llevarte a vivir una existencia más plena y realizada. Y necesitarás las claves para llevarlo a otros, en el ejercicio de tu profesión como enfermero.